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domingo, 15 de junio de 2014

CHAMAEDOREA ELEGANS. Palmera de salón

ARTE Y JARDINERÍA DISEÑO DE JARDINES

Chamaedorea elegans, sus características



Esta palmera oriunda de las selvas tropicales de México se ha convertido en una de las plantas de interior más comunes en los países templados. Artículo básico de comercio hortícola, ha generado una importante industria en torno a su cultivo y su distribución. Casi toda la producción europea se realiza hoy bajo invernadero, en los Países Bajos.

Chamaedorea elegans se presenta la mayoría de las veces como una mata de pequeñas palmeras apretadas unas con otras. Para dar esta impresión de volumen, en el comercio se hacen germinar varias semillas en la misma maceta, dado que esta especie nunca retoña desde la base.

Con el tiempo, la palmera de salón desarrolla un pequeño estípite
en forma de bambú, con los entrenudos bien visibles, a veces deformados en la base tras la aparición de raíces adventicias. El estípite alcanza -aunque rara vez- 1 o 2 m de altura. Las hojas son pinnadas y suelen medir de 20 a 40 cm de longitud.

Las inflorescencias aparecen en la axila de las hojas y llevan racimos de pequeñas flores amarillentas. La especie es dioica: las flores masculinas y las femeninas brotan, por tanto, en plantas distintas.

Después de la fecundación, las inflorescencias femeninas engendran pequeños frutos negros y globulosos que contienen una semilla única.

¿Dónde vive?

Esta pequeña palmera es originaria de las zonas montañosas, donde crece hasta los 1500 metros de altitud. Se encuentra en el sur de México, en Guatemala y en el este de Belice, en sotobosques umbríos de bosques húmedos y perennifolios. En estas regiones, el clima es tropical húmedo, a veces atemperado por la altitud.

¿Cómo se cultiva?

Como planta de interior, es una palmera ideal y de mantenimiento fácil que soporta a la vez la sequedad del aire y la luminosidad a menudo muy escasa de las viviendas. Su crecimiento es lento, pero en buenas condiciones (sin recibir nunca el sol directo, con aportes moderados de fertilizantes y con riegos regulares pero no excesivos), es posible conservarla durante muchos años.

¡ Cuidado! Los ataques de araña roja son frecuentes y pueden resultarle fatales. En estos casos es imperativo tratarla, o sacar la planta durante la buena estación (a la sombra) para exponerla a la lluvia.

En el exterior es una palmera excelente para los climas
subtropicales y tropicales húmedos, siempre que no sean demasiado cálidos. En todos los casos la sombra es imprescindible, ya que el sol directo provoca grandes quemaduras en las hojas.

Con un clima templado es perfectamente posible plantar esta palmera en el exterior, siempre que se elijan lugares sombreados y muy abrigados, donde no hiele prácticamente nunca. En la costa mediterránea, incluso en Cataluña, pueden cultivarse en patios interiores sombreados, húmedos y bien protegidos. Si hiela, las hojas sufren alteraciones a -4ºC, pero la capacidad de recuperación de la planta es buena.

En Canarias, donde las limitaciones térmicas son mucho menores, la chamaedorea se utiliza a menudo para formar grupos aislados en medio del césped y con más frecuencia aún para decorar terrazas y patios, cultivada en jardineras o macetones.



FUENTE: Palmeras. Cultivo y utilización. Pierre-Olivier Albano. Editorial Omega



lunes, 12 de mayo de 2014

BUTIA CAPITATA. Palmera de la jalea

ARTE Y JARDINERÍA DISEÑO DE JARDINES

Palmera de la jalea, sus características



Butia capitata es una palmera achaparrada que rara vez sobrepasa los 6 metros de altura y que tiene un estípite espeso y gris, marcado por las cicatrices de las antiguas hojas.

Los frondes son flexibles, pinnados, curvados y ligeramente grisáceos. Como rasgo característico del género Butia, los foliolos se disponen en V a lo largo del raquis. Esta especial arquitectura hace que las hojas de esta palmera sean especialmente decorativas.

Las inflorescencias aparecen después de unos pocos años de cultivo, bastante antes de que se inicie el crecimiento aéreo del
estípite. Llevan a la vez flores masculinas y femeninas, que generan unos frutos redondos de 2 a 3 cm de diámetro. Cada fruto contiene una semilla recubierta con una pulpa anaranjada y muy fibrosa, jugosa y comestible. Su sabor varía según los individuos: puede ser dulce o salado, o bien ácido y poco agradable. Con ella se preparan excelentes jaleas, y de ahí el nombre común de la especie, cuyo sabor recuerda a la vez el melocotón y el de la piña.

Las drupas (los endocarpos) contienen hasta tres cámaras que pueden contener una semilla y engendrar tres plántulas.

¿Dónde vive?

Butia capitata es oriunda del sur de Brasil y del noreste de Uruguay. Crece a veces en colonias, en formaciones del tipo sabana herbácea y, por lo general, poco arboladas. Los suelos son secos y a veces están inundadas, dependiendo de la estación.

El clima es subtropical, con estaciones marcadas. Los inviernos son suaves y los veranos largos y calurosos. Puede haber heladas en invierno pero éstas son siempre leves y breves.

Las poblaciones más meridionales de Butia capitata presentan rasgos morfológicos originales, suficientes, según algunos botánicos, para formar una especie distinta: Butia odorata.

¿Cómo se cultiva?

Butia capitata se cultiva ampliamente en el sur de Francia desde hace casi 150 años; no sólo en la parte mediterránea donde existen cientos de ejemplares, sino también en el sudoeste, incluido el interior, y en la fachada atlántica donde pueden verse bellos ejemplares adultos desde Hendaya hasta Brest, en Bretaña.

Esta especie también es muy apreciada en España, aunque es más bien escasa en el mercado, en parte porque la yatay, de características similares, se vende a precios inferiores y también porque su crecimiento es más lento que el de sus competidoras de los géneros Phoenix y Washingtonia.

Y sin embargo, esta palmera da excelentes resultados con una gran variedad de climas, desde el subtropical o incluso el tropical seco o húmedo hasta el mediterráneo o el oceánico. 

En la Península Ibérica pueden verse magníficos ejemplares en los jardines botánicos de Blanes y de Valencia y junto al Palacio de Justicia de esta última ciudad. También pueden verse hermosas butias en Tenerife, e incluso en Madrid (Real Jardín Botánico y paseo de la Castellana.

La excelente capacidad de resistencia a las heladas que presenta esta hermosa palmera hace que todavía sea más interesante. Esta resistencia es del orden de -9ºC a -12ºC para las plantas jóvenes y de hasta -15ºC para las adultas si el frío no se prolonga demasiado.

Esta palmera puede llegar a tener un crecimiento rápido siempre que se respeten sus exigencias: un suelo rico y bien drenado y una ubicación a pleno sol. La única precaución: en terrenos secos y muy calcáreos, pueden aparecer clorosis en los frondes, lo que puede afectar al desarrollo. Si estas carencias persisten, la planta acaba volviéndose muy frágil.

El riego debe hacerse directamente al pie del estípite para evitar la
aspersión de las hojas y, sobre todo, del corazón, que es muy sensible a la pudrición.

La especie es variable y se han descrito muchas formas cultivadas, entre ellas una de hojas erectas denominada "strictor", que se encuentra en viveros españoles.

Butia capitata se hibrida con especies pertenecientes a géneros próximos, tales como Jubaea chilensis y Syargus romanzofianum. Estos híbridos son excepcionales.



FUENTE: Palmeras. Cultivo y utilización. Pierre-Olivier Albano. Editorial Omega



domingo, 20 de abril de 2014

BRAHEA BRANDEGEEI. Palma de Taco

ARTE Y JARDINERÍA DISEÑO DE JARDINES

Brahea brandegeei. Sus características.



Brahea brandegeei, es una especie grácil, con un tronco fino y alargado que puede alcanzar unos 12 m. de altura. Cuando es adulta, su aspecto general recuerda notablemente al de Washingtonia robusta.

Las hojas son palmeadas, de color verde oscuro en la cara superior y ligeramente blanquecinas en el envés. este rasgo permite distinguir con claridad Brahea brandegeei de las otras especies del género.

los peciolos son ligeramente dentados y lanudos.

El estípite es liso y desnudo en las plantas cultivadas, pero en la naturaleza las hojas antiguas permanecen adheridas durante mucho tiempo a lo largo del estípite, formando así una verdadera "enagua".

Los frutos son amarillos cuando están maduros y contienen una semilla única envuelta por una fina capa de carne azucarada y comestible, consumida antaño por los indios.

Antiguamente, estas palmeras eran taladas para poder recolectar la
yema, que también es comestible. Las hojas y el tronco se empleaban en la construcción. Por desgracia, estas prácticas han llegado a reducir considerablemente los efectivos de la especie.

¿Dónde vive?

Brahea brandegeei crece de forma espontánea en los cañones y valles de Baja California, en el fondo de los cuales persistye un fino curso de agua o una capa freática durante la estación seca. las raíces tienen acceso al agua de forma permanente, incluso en los meses secos.

En esta zona, el clima es subtropical muy seco y muy caluroso en verano. Los inviernos son suaves, aunque no se excluyen los periodos fríos.

¿Cómo se cultiva?

las plantas jóvenes de esta especie muestran preferencia por la semisombra y los suelos bien drenados. Cuando se cumplen ambas condiciones, tienen un crecimiento rápido y emiten hojas de un modo continuo. Una vez adultas, las plantas prefieren estar a pleno sol.

La palmera brandegeei es muy apropiada para los climas tropicales y subtropicales, con cierta preferencia por las regiones húmedas. Se adapta fácilmente a los climas templados suaves, sin inviernos rigurosos, ya que su resistencia a las heladas es inferior a la de Brahea edulis.

Los primeros daños en las hojas aparecen cuando el termómetro baja a -5ºC / -6ºC y el follaje ya sufre graves daños a temperaturas de -6ºC / -7ºC.

En Francia, por ejemplo, los ejemplares viejos son muy raros en la Costa Azul e inexistentes en otras zonas. La especie se cultiva más ampliamente en el sur de California y empieza a cultivarse en el Levante., en Andalucia y en las Canarias, donde varios viveros la ofrecen a la venta.


FUENTE: Palmeras. Cultivo y utilización. Pierre-Olivier Albano. Editorial Omega





viernes, 28 de febrero de 2014

BRAHEA ARMATA. Palmera azul

ARTE Y JARDINERÍA DISEÑO DE JARDINES

Palmera azul, sus características


La palmera azul se reconoce de inmediato gracias a dos características morfológicas principales: el color de las hojas, que es gris azulado, y el tamaño de las inflorescencias, que es muy espectacular.

Los frondes son grandes, gruesos, coriáceos y casi costapalmados. Están recubiertos de una fina capa de cera blanquecina que les confiere una coloración grisácea y los protege de los rayos solares demasiado intensos. Sin un mantenimiento especial, las antiguas hojas secas no se desprenden automáticamente del tronco y forman poco a poco una verdadera enagua a lo largo del estípite.

Aunque estamos acostumbrados a ver tan sólo Brahea armata
cultivados con las hojas grises, hay que señalar que en la naturaleza algunos ejemplares tienen las hojas verdes. Los peciolos están muy dentados y recubiertos con pequeñas escamas de color leonado, bien visibles en los ejemplares jóvenes.

Las inflorescencias, que aparecen en verano, tienen un aspecto muy plumoso. Son muy largas (hasta 6 m) y, por consiguiente, emergen en gran medida de la corona foliar antes de volver a caer con elegancia hacia el suelo. Estas grandes inflorescencias contribuyen en gran parte al interés estético que tiene esta palmera y por consiguiente sólo deben podarse una vez marchitas.

¿De donde viene?

Esta palmera es oriunda de las zonas subtropicales áridas del "lejano oeste" mexicano. Vive en los valles semiáridos de Baja California y del noroeste de México, sobre suelos pedregosos y secos, rara vez irrigados. Los veranos son tórridos y largos y los inviernos cortos y frescos. En el interior de las tierras pueden darse heladas en invierno, así como nevadas.

¿Cómo se cultiva?

Brahea armata es, sin duda, una de las palmeras predilectas para las zonas mediterráneas, ya que prospera con clima seco, muy soleado y preferentemente sobre suelos calcáreos. En su medio ambiente natural abundan los cactus y las yucas, lo que da una idea de las condiciones climáticas a las que se ha adaptado. Aun así, el riego es beneficioso para el crecimiento, sobre todo en verano, y debe realizarse al pie de la planta, sin rociar las hojas. Con un clima húmedo, la coloración de los frondes es menos azulada porque las lluvias acaban llevándose la capa cerosa que los cubre.

¡Cuidado!, un suelo mal drenado puede ser fatal para la palmera azul, ya que sus raíces no toleran las aguas estancadas. Otro rasgo de interés de esta palmera es la resistencia al viento de sus frondes, característica a menudo, apreciable en zonas mediterráneas.

Pero la principal cualidad de esta especie es simplemente su gran
resistencia frente a las heladas y en especial con un clima seco. Con climas de tipo mediterráneo, varios especímines adultos han sido capaces de soportar heladas de -12ºC, mostrando apenas daños de escasa importancia en las hojas. Las plantas jóvenes son, en cambio, más sensibles al frío.

En los jardines botánicos de Málaga, Valencia, Barcelona y Blanes (Girona) existen magníficos ejemplares de esta especie que, pese a ser bastante frecuente en los jardines y zonas verdes de la costa mediterránea y canaria, no puede compararse en número a las Phoenix y Washingtonia, más económicas y de crecimiento más rápido. El ejemplar del Jardín Botánico-Histórico de la Concepción (Málaga), en concreto, tiene más de 80 años.

En la costa atlántica y en todo el sudoeste de Francia -y probablemente en las costas gallegas y cantábricas-, numerosos aficionados han aclimatado con éxito esta especie, pero las plantas son todavía jóvenes. La palmera azul  es adaptable a las zonas tropicales y subtropicales, a menos que el clima sea demasiado húmedo o el suelo excesivamente arenoso. Esta palmera suele crecer muy mal en el sur de Florida.

Pese a sus numerosas cualidades, el crecimiento de esta Brahea suele ser lento si las condiciones de cultivo no son las óptimas. Pero esta limitación no debe de ser de ningún modo un estorbo para los aficionados, ya que incluso en su estadio juvenil, el insólito color de sus frondes hacen de esta palmera una planta muy decorativa.



FUENTE: Palmeras. Cultivo y utilización. Pierre-Olivier Albano. Editorial Omega




lunes, 10 de febrero de 2014

ARCHONTOPHOENIX CUNNINGHAMIANA. Palmera del rey.

ARTE Y JARDINERÍA DISEÑO DE JARDINES

Palmera del rey, sus características y variedades



La palmera del rey es una magnífica palmera, grácil, aérea y muy decorativa, a pesar de su nombre casi impronunciable. Sus grandes hojas pinnadas, de color verde pálido y de aspecto muy frondoso, forman una corona ligera y flexible de aspecto muy tropical, lo que es bastante inhabitual para una palmera adaptada a las zonas templadas.

Las bases de las hojas, que recubren gran parte del extremo del tronco, forman una especie de capitel clorofilico por encima del cual se desarrollan las inflorescencias. La especie es monoica: un único árbol puede por tanto producir los frutos en forma de bolitas y de un rojo escarlata muy decorativo aunque no tóxicos.

El tronco es grisáceo y liso, relativamente fino y sin reliquias de las bases foliares.

¿Dónde vive?

Esta palmera es originaria de los bosques subtropicales húmedos de
Australia, donde crece sobre suelos humíferos, a veces arenosos pero siempre irrigados. Crece hasta los 1000 m de altitud, en condiciones climáticas húmedas y con inviernos relativamente frescos.

¿Cómo se cultiva?

Es una palmera excelente para las regiones tropicales y subtropicales húmedas pero sólo se adapta a los climas templados en zonas donde no hiela casi nunca. En efecto, su follaje es muy sensible a las temperaturas negativas, de tal forma que bastan unas pocas horas de helada nocturna a -4ºC para provocarle grandes daños.

Pese a esta limitación que impide cultivarla en gran parte de la Peninsula Ibérica, aunque no en gran parte del sur peninsular y en Canarias, a juzgar por los numerosos ejemplares que crecen sin problemas en jardines botánicos como el de La Orotava y el garcía Sanabría en Tenerife y el de la Concepción en Málaga, o en zonas verdes de la Costa del Sol, esta hermosa palmera no deja de ser una de las 30 especies que más se venden en toda España.

De una manera general, las Archontophoenix deben cultivarse preferentemente en suelos ricos y muy bien irrigados. En estas condiciones, su crecimiento es muy rápido y su porte muy frondoso. Aunque soportan la sombra o la semisombra cuando son jóvenes, muestran una marcada preferencia por el sol cuando son adultas.

Las Archontophoenix se cultivan extensamente en Australia y en el sur de California. Pero a pesar de su implantación muy dinámica a principios del siglo XIX en la Costa Azul y en otras zonas muy resguardadas, son hoy muy raras en casi toda Europa, donde las olas de frío sucesivas las han eliminado en gran parte.

Especies próximas

Archontophoenix alexandrae, se distingue por tener el envés de los foliolos blanquecino en lugar de verde. Presente todavía menos resistencia a las heladas.

Archontophoenix purpurea, maxima, myolensis y tuckeri, especies descritas recientemente, suelen tener una resistencia mínima a las heladas.

FUENTE: Palmeras. Cultivo y utilización. Pierre-Olivier Albano. Editorial Omega




lunes, 6 de enero de 2014

ARENGA ENGLERI. Palmera de Formosa

ARTE Y JARDINERÍA DISEÑO DE JARDINES

Palmera de Formosa. Arenga engleri




Arenga engleri es una bonita palmera que crece en matas y produce abundantes renuevos en su base, aunque esta palmera no suele sobrepasar los tres metros de altura. Las hojas son pinnadas, muy hermosas, de color verde oscuro en el haz y blanquecino en el envés, el cual está cubierto con escamas microscópicas.

Los estípites son finos y están recubiertos de una red de fibras negruzcas procedentes de la base de los antiguos peciolos. Al igual que todas las Arenga, esta especie es monocárpica, es decir, que no florece (y por tanto no fructifica) más que al final de su vida. A diferencia de los agaves o de algunas otras palmeras, no hay una gran inflorescencia terminal sino sólo una sucesión de inflorescencias laterales que aparecen a todo lo largo del tronco, de arriba hacia abajo. Estas inflorescencias se abren en flores anaranjadas muy decorativas que generan unos frutos globulosos de color burdeos y de 1 a 2 cm de diámetro.

La pulpa de estos frutos, repleta de cristales de oxalato
microscópicos en forma de aceradas agujas, es extremadamente urticante. Así pues, es necesario manipularlos con precaución, en especial cuando se intenta extraerles las semillas.

Los tallos viejos mueren tras la fructificación pero los hijuelos toman el relevo y garantizan la perennidad de la planta.

Esta palmera asiática es una habitante de las islas subtropicales húmedas del extremo sur de Japón (Ryukyu) y de Taiwan. Es una especie de los sotobosques de suelo húmedo y humífero. En las zonas altas más septentrionales de su área de distribución puede estar sometida ocasionalmente a leves heladas.

El cultivo de esta palmera requiere ante todo unas condiciones húmedas y un suelo rico en materia orgánica. Se aconseja asimismo cultivarla con semisombra o incluso en un sotobosque claro para obtener un porte más exuberante. A pleno sol, su aspecto es más compacto, más coriáceo y finalmente menos estético. Si se opta por esta elección, el suelo tiene que estar imperativamente húmedo, sobre todo en las regiones mediterráneas.

Al igual que muchas palmeras oriundas de las regiones tropicales, el crecimiento de esta especie se ve considerablemente frenado en casos de veranos demasiado cortos o frescos. Los ejemplares cultivados en estas condiciones límite producen difícilmente una hoja al año.

¡Cuidado! La resistencia de esta palmera a las heladas es bastante escasa: una helada de -7ºC provoca una desfoliación total y a veces la muerte de la planta. Las hojas empiezan a dañarse tan pronto como la temperatura desciende a -5ºC.

Esta especie se comenzó a comercializar en España hace unos años. En la Costa del Sol hay algunos ejemplares plantados a la intemperie en 1994 que se están desarrollando de forma óptima. Al aire libre también prospera en lugares más norteños, como en la Costa Azul, donde existen algunas plantas muy hermosas.

Especies próximas:

Arenga pinnata: Especie tropical de gran tamaño, productora de azúcar.

Arenga micrantha: Especie del norte de la India, Nepal y Bután parecida a Arenga engleri, pero cuya resistencia a los inviernos de los climas templados sería mejor. Las primeras pruebas en cultivo deberían dar más precisiones sobre sus capacidades.


FUENTE: Palmeras. Cultivo y utilización. Pierre-Olivier Albano. Editorial Omega






jueves, 25 de julio de 2013

TRACHYCARPUS FORTUNEI

ARTE Y JARDINERÍA DISEÑO DE JARDINES

Trachicarpus, Palmera autóctona de Europa







Características

Trachycarpus es una planta de hoja perenne de tronco alto y delgado, que puede alcanzar los 15 m de altura, si bien generalmente no es tan alta, sobre todo cuando está plantada.

Tronco único y sin ramificaciones, por lo general, bastante recto, cilíndrico, cubierto, particularmente en el tercio superior, de una malla gruesa y fibrosa en la que además quedan marcadas progresivamente hacia arriba las bases triangulares de las hojas que van muriendo.

La corteza no se puede apreciar. No existen ramas. Las hojas se disponen en roseta en el extremo superior del tronco. Son planas, de contorno circular o semicircular y con largos peciolos que pueden alcanzar aproximadamente 50 – 100 cm de longitud. El limbo es de unos 60 cm de longitud y hasta 100 cm de anchura, profunda y radialmente dividido: hasta 25 segmentos, divididos casi hasta la base de la hoja, salen del extremo superior del peciolo. Cada segmento está plegado longitudinalmente, es acuminado y de color verde claro. El peciolo está finamente dentado sólo en el margen, pero no resulta espinoso.

Flores unisexuadas; las flores masculinas y las femeninas están separadas pero en la misma planta. Son muy pequeñas, amarillas, con tres hojas involúcrales en el cáliz y tres en la corola, de aspecto igual a una hoja, dispuestas en gran número en 2 – 4 inflorescencias ramificadas, grandes, de 30 – 60 cm de longitud, que parten de la roseta de hojas y doblan hacia abajo. Fruto globular, de 1 cm de grosor, pruinoso, negroazulado cuando está maduro.

Distribución: ésta es una típica palmera originaria del este de Asia, indígena del sur de China, Japón y a partir de mediados del siglo pasado, plantada con cierta frecuencia en Europa como ornamento. Particularmente en la región mediterránea se encuentran ejemplares muy desarrollados y magníficos. Más frecuente resulta, sin embargo, como planta de tamaño relativamente pequeño, ya que generalmente no sobrepasa los 6 m de altura.

Época de floración: mayo y junio.

Generalidades: esta palmera es una de las más conocidas de la familia de las palmáceas, muy rica en especies, y que representa el tipo de palmera plana. La otra forma de hoja que se encuentra entre las palmeras se diferencia por el desarrollo del eje central del limbo, por lo que la hoja resulta pinnada. Un típico representante de esta otra forma de las hojas es la palma canaria. Además de T. fortunei, se encuentra con frecuencia en arboledas y parques de los países cálidos otra palmera de hoja plana, originaria del oeste de América del Norte, Washingtonia filifera. Las hojas poseen en el margen y en los extremos lasgas fibras péndulas. Las hojas muertas quedan vueltas hacia abajo, formando un denso penacho.

Las palmeras, como plantas monocotiledóneas, no presentan engrosamiento secundario. El tronco alcanza al cabo de pocos años su diámetro definitivo, manteniéndose invariable durante el crecimiento de la planta en longitud. Las bases de las hojas muertas que permanecen en el tronco pueden simular un diámetro del tronco mayor.

Fuente: Guías de Naturaleza Blume

Árboles 

viernes, 11 de enero de 2013

Palmera canaria (Phoenix canariensis)

ARTE Y JARDINERIA Diseño de jardines

Palmera canaria, Phoenix canriensis. Sus características




Características

Phoenix canariensis, de hasta 20 m de altura, aunque generalmente es bastante más baja. Tronco único y sin ramificar, relativamente delgado, sólo en ejemplares muy viejos y en sus regiones autóctonas puede llegar al metro de grosor. La base de las hojas, que queda sobre el tronco cilíndrico, forman alrededor de él una cubierta gruesa y compacta, que oculta la corteza.

Las hojas son de unos 5 m de longitud, dispuestas a modo de roseta en el extremo superior del tronco, muy numerosas; se han contado hasta doscientas hojas en una misma palmera. Son pinnadas, de limbo lanceolado, ápice en forma de espada, bastante fuertes y rígidas. Existen entre 80-100 pares de foliolos, relativamente cortos, sólo algo plegados longitudinalmente en el centro y desde allí extendiéndose en forma plana, de margen entero, verde oscuro pero no brillante. Peciolo de desarrollo plano y acanalado, con cortas espinas en la base, que desaparecen progresivamente hacia arriba, hasta alcanzar los foliolos.

Flores unisexuadas y separadas en diferentes individuos, plantas por lo tanto dioicas. Inflorescencias abundantemente ramificadas, grandes, largas, de hasta 2 m, que aparecen doblándose entre las densas hojas. Las flores aisladas son muy pequeñas, de color amarillo.

Fruto ovoide, que se desarrolla masivamente en las inflorescencias. Drupa de unos 2-3 cm de tamaño, pardoamarillenta, con una semilla redondeada, muy dura, no comestible y sin ninguna utilización.

Distribución

Palmera indígena únicamente de las islas Canarias, pero plantada desde hace ya bastante tiempo en toda la región mediterránea como árbol ornamental (también en avenidas y calles), siendo muy frecuente.

Época de floración: marzo a junio.

Generalidades

El género Phoenix, con una docena de especies, se encuentra distribuido en los trópicos y los subtrópicos. Su hábitat natural es el clima muy seco y caliente. La especie aquí descrita, la palma canaria, es una de las más decorativas y se reconoce fácilmente por sus hojas pinnadas muy largas y dispuestas muy densamente. Se encuentran magníficos ejemplares creciendo libremente hasta en la región mediterránea de Italia (Tessina). Más al norte de los Alpes, debe pasar el invierno a resguardo de las heladas, por lo que sólo se puede mantener en macetas.

La palma de dátiles (Phoenix dactylifera) se distingue de la anterior por su tronco, considerablemente más delgado que soporta hojas de menor tamaño (hasta 4 m de longitud) y mucho menos numerosas (cada palmera unas 30 hojas), siempre pinnadas, pero de limbo algo más ancho. El conocido palmar de Elche, en el sur de España, no es autóctono, sino originado por los árabes.

La madera de las palmeras está constituida por diferentes fascículos que, en un corte transversal del tronco, se distribuyen de forma irregular. Como consecuencia, no se pueden observar líneas de crecimiento. Industrialmente es muy poco utilizada.





Fuente: Guías de Naturaleza Blume
Árboles

domingo, 26 de febrero de 2012

PALMERA CANARIA. Phoenix canariensis

ARTE Y JARDINERIA Diseño de jardines




CARACTERÍSTICAS

Palmera de hasta 20 m de altura, aunque generalmente es bastante más baja. Tronco único y sin ramificar, relativamente delgado, sólo en ejemplares muy viejos y en sus regiones autóctonas puede llegar al metro de grosor. La base de las hojas, que queda sobre el tronco cilíndrico, forman alrededor de él una cubierta gruesa y compacta, que oculta la corteza.

Las hojas son de unos 5 m de longitud, dispuestas a modo de roseta en el extremo superior del tronco, muy numerosas; se han contado hasta doscientas hojas en una misma palmera. Son pinnadas, de limbo lanceolado, ápice en forma de espada, bastante fuertes y rígidas. Existen entre 80 – 100 pares de foliolos, relativamente cortos, sólo algo plegados longitudinalmente en el centro y desde allí extendiéndose en forma plana, de margen entero, verde oscuro pero no brillante. Pecíolo de desarrollo plano y acanalado, con cortas espinas en la base, que desaparecen progresivamente hacia arriba, hasta alcanzar los folíolos.

Flores ovoide, que se desarrolla masivamente en las inflorescencias abundantemente ramificadas, grandes, largas, de hasta 2 m, que aparecen doblándose entre las densas hojas. Las flores aisladas son muy pequeñas, de color amarillo.

Fruto ovoide, que se desarrolla masivamente en las inflorescencias. Drupa de unos 2 – 3 cm de tamaño, pardoamarillenta, con una semilla redondeada, muy dura, no comestible y sin ninguna utilización.

DISTRIBUCIÓN

Palmera indígena únicamente de las islas Canarias, pero plantada desde hace ya bastante tiempo en toda la región mediterránea como árbol ornamental (también en avenidas y calles), siendo muy frecuente.

Época de floración: marzo a junio.

GENERALIDADES

El género Phoenix, con una docena de especies, se encuentra distribuido en los trópicos y los subtrópicos.  Su hábitat natural es de clima muy seco y caliente. La especie aquí descrita, la palma canaria, es una de las más decorativas y se reconoce fácilmente por sus hojas pinnadas muy largas y dispuestas muy densamente. Se encuentran magníficos ejemplares creciendo libremente hasta en la región mediterránea de Italia (Tessina). Más al norte de los Alpes, debe pasar el invierno a resguardo de las heladas, por lo que sólo se puede mantener en macetas.

La palma de dátiles (Phoenix dactylifera) se distingue de la anterior por su tronco, considerablemente más delgado que soporta hojas de menor tamaño (hasta 4 m de longitud) y mucho menos numerosas (cada palmera unas 30 hojas), siempre pinnadas, pero de limbo algo más ancho. El conocido palmar de Elche, en el sur de España, no es autóctono, sino originado por los árabes.

La madera de las palmeras está constituida por diferentes fascículos que, en un corte transversal del tronco, se distribuyen de forma irregular. Como consecuencia, no se pueden observar líneas de crecimiento. Industrialmente es muy poco utilizada.



Fuente: Guías de Naturaleza Blume
Árboles

jueves, 20 de octubre de 2011

PALMITO – Chamaerops humilis. Familia: Palmáceas

ARTE Y JARDINERÍA Diseño de Jardines

Palmito. Palmera autóctona de Europa. Sus características



El Palmito-Chamaerops humilis es un arbolillo de hasta 5 m de altura, pero casi siempre mucho más bajo, y frecuentemente con varios troncos surgiendo juntos del suelo. El tronco o estípite es el característico de la familia, sin distinción entre corteza y leño y sin crecimiento secundario (es decir, de grosor uniforme y constante); está recubierto en toda su longitud por las bases de los pecíolos de las hojas muertas.

Las hojas, persistentes, constan de un largo pecíolo (30 – 40 cm.), comprimido y armado de fuertes aguijones, y de un limbo coriáceo en forma de abanico, profundamente hendido hasta su mitad en 10 a 15 segmentos rígidos, estrechamente lanceolados.

Las flores, diminutas, de color amarillento, se hallan reunidas en densos racimos, rodeados en su base por una gran vaina coriácea (la espata), y dispuestos entre las axilas de las hojas. Los frutos, del tipo drupa, son ovoides, pardo – rojizos en la madurez. La floración ocurre en primavera, y los frutos maduran en otoño.

El palmito está muy bien adaptado al clima mediterráneo seco, siendo amante de las exposiciones soleadas. Es capaz de vegetar en suelos muy pobres. Vive en las tierras bajas, ascendiendo hasta los 1000 m en la Serranía de Ronda. Sus profundos rizomas emiten abundantes renuevos, formando así extensos palpitares, difíciles de penetrar.

Esta especie, la única palmácea autóctona de Europa, se extiende por las regiones litorales del Mediterráneo occidental: sudoeste de Italia, este y sur de la península Ibérica y extremo norte de África. Por su valor ornamental, el palmito se cultiva en parques y jardines.




Fuente: Árboles y arbustos de España
Editorial: Salvat
Juan Ruiz De La Torre