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miércoles, 22 de enero de 2014

PODA DE LOS ROSALES

ARTE Y JARDINERÍA DISEÑO DE JARDINES

Cómo podar los distintos tipos de rosales



Se necesita poca poda. Cada año, corte los brotes dañados, muertos o enfermos hasta unos centímetros por encima del suelo y cada dos o tres años corte uno o dos de los brotes más largos, gruesos y viejos para estimular la renovación de brotes. A veces se aconseja acortar algunos de los brotes primarios cada año, pero yo no lo haría porque produce una proliferación de brotes desde el punto de corte. Suprima las flores si puede alcanzarlas bien, pero no corte aquellas variedades que producen atractivos escaramujos otoñales.

Método 2

Usar con: Rosales Floribunda, Ingleses y de Patio grandes.


 Corte cada año los brotes muertos, dañados o débiles hasta unos centímetros por encima del suelo. Luego corte, también casi a ras del suelo, el tercio más viejo de brotes y, finalmente, pode los brotes restantes en un tercio de su longitud.

Método 3

Usar con: Híbridos de Té


 Corte cada año los brotes muertos, dañados o débiles hasta unos centímetros por encima del suelo. Luego corte todos los brotes restantes aproximadamente por la mitad.

Método 4

Usar con: Rosales Miniatura y Rosales de Patio pequeños.


 Se trata más bien de una limpieza y debe hacerse siempre en primavera, después de la última helada. Corte todos los brotes muertos o moribundos (habrá unos cuantos) casi a ras del suelo. Aclare también el número de brotes para eliminar congestiones. Luego pode los brotes viejos y largos florecidos hasta unos 10 cm por encima dela base de la planta (muchos Miniatura producen brotes florales de doble altura que el resto de la planta) y finalmente pode los brotes restantes en un tercio de su longitud.

Método 5

Usar con: Rastreros Wichuraiana.


 Cuando son jóvenes, guíe las plantas para formar una estructura. Luego, cada año después de florecer, corte un tercio de los tallos viejos casi a ras del suelo y corte los brotes laterales florecidos restantes hasta unos 10 cm de su unión con los tallos primarios.

Método 6

Usar con: Rastreros Multiflora.


 Cuando son jóvenes, guíe las plantas para formar una estructura. Durante los siguientes dos o tres años corte los laterales viejos florecidos hasta unos 10 cm de su unión con los tallos primarios. En plantas viejas y establecidas, corte los tallos viejos florecidos a ras de suelo tras la floración.

Método 7

Usar con: Especies trepadoras, Trepadores Modernos, Trepadores Híbridos Almizclados, Trepadores Bourbon.


 Se necesita muy poca poda, De jóvenes, guíe las plantas para formar una estructura. Luego, cada año, corte uno o dos brotes viejos, si hay bastantes brotes nuevos para reemplazarlos como parte de la estructura principal. Si no hay bastantes brotes nuevos, deje sin podar la estructura principal. Después de atarlos, corte los brotes demasiado largos.

Método 8

Usar con: Trepadores Noisette, Trepadores Híbridos Perpetuos, Rosales de Té Trepadores, Híbridos de Té Trepadores, Floribunda Trepadores.


 De jóvenes, guíe las plantas para formar una estructura. Luego, cada año, corte los laterales viejos florecidos hasta unos 10 – 15 cm de su unión con la estructura principal. Cada pocos años, sustituya uno o dos brotes viejos de la estructura si hay bastantes brotes nuevos y vigorosos. Si no, no toque la estructura principal.

Poda de rosales estándar

Los Rosales Estándar son variedades arbustivas o de mata injertadas en rizomas con un tallo vertical fuerte. Se deben podar del mismo modo que sus homólogos normales excepto en que los cortes se hacen en relación con la cabeza, la posición en que se ha injertado la variedad de flor, donde se verá una inflamación, y no a ras de suelo o en la base de la planta.


Supresión de flores

Se trata de cortar las viejas inflorescencias. En parte es para ordenarlas, pero disminuye la posibilidad de que se establezcan enfermedades, además estimula la eclosión de nuevas yemas – en variedades de floración repetida o continua – que darán un nuevo brote de flores. Las únicas variedades a las que no se debe quitar las flores son las Especies de rosal y los Arbustivos que producen atractivos escaramujos en otoño; y por supuesto a aquellas plantas que son demasiado grandes para manejarlas.

Poda de setos de rosal

No tiene mucho sentido cultivar rosales como plantas de seto si se podan fuertemente o se cortan igual que los setos normales, ya que se eliminarían las yemas florales. Mi consejo es tratarlos como lo que son, una hilera de arbustos de flor, y realizar sólo las podas necesarias para mantenerlos aseados. En muchos casos, no se necesitará más poda que quitar los brotes muertos o débiles.



Fuente: Rosales
Stefan Buczacki

Blume Ediciones



viernes, 22 de noviembre de 2013

EL JARDÍN EN INVIERNO

ARTE Y JARDINERÍA DISEÑO DE JARDINES


Mantenimiento de jardines en invierno




Las heladas, el frío intenso y la nieve pueden convertir el invierno en una estación en la que es difícil, si no desaconsejable, trabajar demasiado en el exterior. Por un lado, limitan el número de especies que pueden cultivarse, pero, por otro, posibilitan un control efectivo de ciertas plagas. Es el contrapunto al verano, las plantas han perdido su pujanza y la mayor parte de ellas están en fase de descanso vegetativo.

Aunque el jardín muestre otra cara, más austera y simplificada, si está bien planificado no tiene por qué faltar el color o los elementos estimulantes. Es posible crear un jardín invernal lleno de interés visual y de fragancias, pues hay algunas plantas que florecen en esta época, como Jasminum nudiflorum, Viburnum, Camelia, Euryops, Cyclamen, Hamamelis, Erica, Viola tricolor, Tropaeolum … También puede introducirse un color temporal en forma de plantas de parterre y bulbos de floración invernal. Los arbustos y árboles caducifolios han perdido sus hojas y exhiben sus cortezas con dibujos, texturadas o despellejadas, y su estructura o esqueleto suavizado por el follaje de las coníferas y las perennes de hoja ancha, que pueden proporcionar variedad de texturas, formas y colores (amarillos, dorados verdes, azules y hasta bermejos). Aprovecharemos la desnudez de los caducifolios para tratar las plantas con problemas de plagas. Se gasta menos producto y la estructura de la planta es más accesible. Es un buen momento para cepillar y embadurnar los troncos con un preparado de arcilla y ceniza para regenerarlos y eliminar parásitos.

En este duro periodo, los pájaros del jardín deberían contar con un suministro regular de comida y agua, y es ideal que haya una sucesión de umbelíferas y plantas que ofrezcan alimento y refugio a la fauna útil. Las plantas más saludables y mejor nutridas siempre serán las más resistentes, por lo que un elemento muy importante de prevención en las heladas será mantener y acrecentar el nivel de humus y la pujanza de su vida microbiana con aportes sistemáticos de materia orgánica en forma de compost.

Labores invernales

·       La rudeza del clima en estas fechas puede ser un riesgo para algunas plantas que deberán ser protegidas con abundante acolchado.
  ·       Los residuos vegetales y restos de plantas dañadas por los rigores del clima se compostan o se usan como acolchado para reintegrarlos al ciclo natural en forma de fertilizantes orgánicos.
  ·       Si el invierno ha sido muy lluvioso y se ha apelmazado la tierra será conveniente remover (sin voltear) la capa superficial de los espacios no acolchados para que, con la aireación, se active la vida en la tierra. En tierras arcillosas, nunca realizaremos esta labor cuando esté húmeda.
  ·       Inspeccionar los bulbos almacenados que habremos dispuesto sobre areno o papel, pues pueden pudrirse o secarse excesivamente (se pueden rehidratar poniendo a remojo unas horas y secándolos después). Al comprarlos, comprobar que no hayan empezado a brotar, que no estén dañados, y que no tengan manchas, huecos, ni puntos blandos.


  ·       Si queremos tener un buen comienzo de primavera, es ahora cuando debemos plantar las primeras anuales y bianuales para una floración temprana.
  ·       Entre noviembre y enero, según las condiciones climatológicas de la zona, realizaremos la poda de rosales, podaremos los caducifolios antes de entrar en savia y también las frondosas.
  ·       Empezar a preparar los semilleros protegidos de cara a la próxima primavera.
  ·       En invierno, al ser los días más cortos y más fríos del año y la época de menor actividad en el jardín a nivel de crecimiento y actividad vegetal, el trabajo que exige su mantenimiento se reduce a mínimos y tenemos tiempo para tareas para las que en el verano no hay lugar, como revisar la maquinaria (cambios de aceite, filtros de aire, tensión de cables, bujías … Al afilar la cuchilla del cortacésped, hay que dejarla equilibrada – apoyada sobre su punto medio deberá sostenerse en equilibrio) y el estado de las herramientas (sumergir las tijeras de podar en aceite, afilar respetando el bisel de corte y desinfectar con alcohol de 90º, quitar el óxido de la sierra con papel esmeril).

Hacer balance del año

Repasaremos en nuestras anotaciones los problemas que han ido surgiendo para darnos cuenta del nivel de adaptación de ciertas plantas a lo largo del año. El historial de nuestros aciertos, fallos y experiencias nos ayudará a planificar la nueva temporada, encarando los problemas como retos estimulantes que nos permitirán aprender gracias a la experiencia adquirida.

Labores del jardín en diciembre

Sembrar
  ·       En semillero protegido: Lobelia, Salvia, Verbena, Celosia, Aquilegia, Dianthus, Althaea rosea, Papaver, Cineraria …

Plantar
  ·       Bulbosas de primavera, Jacinto, Narciso, Tulipán, Iris, Freesia, Crocus.
  ·       Árboles y arbustos de hoja caduca y coníferas resinosas. Para ello, primero elegiremos ejemplares robustos, bien formados, con raíces claras y abundantes. Si van en maceta, sin musgo ni raíces enrolladas, haremos el hoyo mucho más grande que el cepellón; cubriremos el cepellón con una mezcla de tierra y compost, a la misma profundidad a la que ha crecido (seguir las marcas del tronco); una vez plantado, haremos un alcorque que llenaremos de agua y que hará que la tierra haga contacto con las raíces; y finalmente, acolcharemos alrededor.
  ·       Podar las trepadoras caducas que florecen sobre leña nueva y las siempre verdes.

Propagación

  ·       Llevar a cabo injertos de cuña apical en Hibiscus, Cercis y de escudete en Acer y Cotoneaster. Recogeremos esquejes de raíz en Gaillardia y Anemone. Llevaremos a cabo los acodos en Tecomaria capensis y Bignonia.

Previsión


·       En zonas muy frías, vigilar los árboles en los que se acumula mucha nieve y cortar los setos en punta para evitar que ésta se acumule sobre ellos. La nieve es más peligrosa cuando se derrite y luego se congela de nuevo.
  ·       No pisar la hierba helada pues puede dañarse, quedando expuesta a enfermedades del tipo fusariu.
  ·       Recomponer el acolchado dañado por la intemperie. Es fundamental para proteger las plantas sensibles a las heladas.
  ·       Abonar de fondo con estiércol bajo el acolchado. La tierra lo asimilará durante el invierno.

Labores del jardín en enero

Sembrar

  ·       En semillero protegido: Ageratum, Impatiens, Begonia, Pensamiento, Salvia, Verbena, Heliotropo, Lobelia, Anthirrinum.
  ·       En plena tierra: Mathiolla incana y Bellis perennis.

Plantar

  ·       Gipsophila.
  ·       Plantar árboles y arbustos caducos, de raíz desnuda y de cepellón. Elegir días templados y húmedos con la tierra en sazón.

Poda


·       Comenzar la poda de configuración y la renovación de árboles y setos caducos antes de que suba la savia.
  ·       Cortar la leña muerta, enferma o dañada.
  ·       Podar las trepadoras caducas para configurarlas y guiarlas.
  ·       Rosales en general y las vides ornamentales. Segunda etapa del podado de la Wisteria.
  ·       Podar sólo cuando haya pasado el riesgo de heladas, pues una herida abierta no cicatrizada es un canal por el que el frío puede llegar a matar la planta.

Propagación


·       Dividir las perennes – Anemone, Achillea, Hebe, etc. – para conseguir nuevas plantas sin tener que comprarlas. Cada división deberá tener al menos un brote y una cantidad razonable de raíces.
  ·       Llevar a cabo los acodos en el jazmín y los injertos de cuña apical en Daphne, Aesculus y de escudete en Camelia y Hamamelis.

Previsión


 ·       Hacer un aporte extra de materia orgánica semi descompuesta en aquellas partes del jardín con alguna deficiencia o desequilibrio.
  ·       Colocar trampas para que las babosas, en los días húmedos y templados, no causen daños.
  ·       Para romper la estructura de los suelos compactados, pasar cuidadosamente la laya u horca de doble mango, sobre todo en las zonas con bulbos de floración primaveral.

Labores del jardín en febrero

Sembrar

  ·       En semillero protegido: Gazania, Primula, Petunia, Crisantemo, Caléndula, Lavatera, Clarkia, Canna.
  ·       En plena tierra: Lathyrus odoratus, Papaver.

Plantar

  ·       Ranunculus crocosmia, Begonia, Convallaria y Nardo.
  ·       Es una buena época para plantar rosales y trasplantar plantas establecidas.

Podar


·       Tras la floración: las hortensias, clemátides, tallos viejos en brezos, jazmín de floración invernal, los Cornus, las vides ornamentales como la Vitis coignetiae, y las plantas que florecen sobre leña nueva.
  ·       Acabar de podar los caducifolios y frondosas, antes de que entren en savia.

Propagación

  ·       Hacer esquejes de leña semidura de Plumbago, Jazminum, Skimmia. Y de leña blanda: Calluna, Hidrangea y Lantana.
  ·       Acodado de hortensia y jazmín.

Previsión


·       Para evitar daños en las plantas en los casos en que se haya producido helada, lo idóneo sería cubrir – antes de que salga el sol – con arpillera o tela de umbráculo las zonas afectadas para que puedan volver gradualmente a la temperatura normal, evitando así el nefasto choque térmico.
  ·       Fumigar en general con purín de ortigas dará vitalidad a las plantas tras el invierno.
  ·       Comprobar el acolchado y la protección de las plantas más sensibles al frío.
  ·       Recoger la hojas caídas durante el invierno y compostarlas junto a desechos de plantas y restos de cosechas del huerto.
  ·       Dejar en el estanque un flotador o una pelota para evitar daños por el hielo.
  ·       Preparar la tierra para bulbos de floración veraniega a plantar en primavera.
  ·       Preparar el suelo para el plantado primaveral de las plantas aromáticas plurianuales.


Fuente: Agenda del huerto y el jardín ecológicos
Mariano Bueno y Jesús Arnau

Editorial Integral


viernes, 8 de noviembre de 2013

EL JARDÍN EN OTOÑO

ARTE Y JARDINERÍA DISEÑO DE JARDINES

Poda y propagación durante el Otoño




Puede parecer que el otoño es un tiempo en el que jardín se presta menos a su disfrute o que es sólo la transición del verano al invierno. Pero es una estación que tiene sus propios encantos, distintos a los de las demás estaciones, pero llenos de posibilidades que hay que saber valorar. El tiempo es más inestable, se suavizan las temperaturas y aumenta la humedad en el ambiente, y las plantas emprenden un nuevo ciclo de crecimiento, aunque sin la fuerza de principios de verano. Ahora es más apetecible pasear al sol.

La luz de esta estación, de una calidad especial, nos obsequia con insólitos matices que deja su propia impronta en el alma humana. Hay quien se quedó enganchado un día a los atardeceres otoñales y, cada año, el fresquito de septiembre, los colores dorados y lo ocres, y el sonido de las hojas secas que mese el viento se convierten en un ritual de renovación, de nuevos planes y de estímulos que dejan atrás el pasado con el bochornoso veraniego.

Uno de los rasgos más característicos del otoño es que las hojas secas lo inundan todo y se amontonan en ciertos rincones, y aunque es mejor recogerlas y usarlas en el compost o el acolchado, vale la pena no obsesionarse y aprender a ser sensible a la belleza de unas hojas sobre el césped.

Si el jardín se ha planificado bien, se habrán plantado, inteligentemente repartidas, plantas que ofrecen en esta estación la belleza de sus flores, hojas o bayas. Las plantas de hoja caduca nos regalan en esta época una sinfonía espectacular de ocres, amarillos e incluso rojos. Estos colores, que lucen también flores y bayas, son sin lugar a dudas lo más atractivo de esta estación.

Si tiene algún arbusto con bayas, los pájaros que se alimentan de ellas darán vida y alegría a su jardín, y a no ser que sean demasiados y produzcan molestias o algún desastre, probablemente compense lo que se comen por lo que le aportan.

Podas y recortes

Al final del periodo vegetativo, se pueden realizar podas de saneamiento. En climas suaves, la poda o la semipoda en otoño no es un riesgo por lo raro de las heladas, y la planta ya organiza su esquema de crecimiento, para cuando el clima sea favorable.

En climas más duros, se podará sólo aquello que no pueda ser afectado por el frío, dejando lo que aún le da vistosidad al jardín, hasta que llegue la poda imediata al crecimiento. Recortaremos las plantas del verano que han quedado deterioradas, respetando las que aún son vistosas, así como aquellas que, al haber crecido demasiado durante el verano, tapan los caminos o dificultan a las plantas que con su floración (Bignonia, ciclamen), su follaje (Hamamelis, amelanchier, arces, cerezos japoneses, parra virgen) o sus bayas (Crataegus, Cotoneaster, Piracantha) van a tomar el protagonismo.

Labores otoñales

Con la cantidad de materia orgánica que en este periodo se puede recoger, aprovecharemos para llenar los composteros y usar para acolchado la que nos sobre. Las ramas demasiado gruesas para compostar pueden amontonarse en un rincón para que se descompongan lentamente, creando mientras tanto un microclima que fomenta la biodiversidad de nuestro jardín. Si no tenemos espacio, podemos usar una trituradora de ramas que las convierte en unas virutas ideales para el compost. Quemar o tirar a la basura debería ser siempre la última opción. Cuando se acerca el otoño, al reducirse el crecimiento en general, tenemos más tiempo para las tareas imprescindibles en mantenimiento. Es un buen momento para poner a punto las infraestructuras, para pintar vayas, cenadores o pérgolas, y para reparar lo que se estropea durante el verano, pues en invierno el tiempo hace menos apetecible estas tareas y en primavera ya lo queremos tener todo listo. Hay que vaciar el circuito de riego, desmontar y guardar los aspersores y difusores que estén muy expuestos a la intemperie para prevenir su deterioro.

Como en las demás estaciones, insistiremos en dos temas fundamentales para la jardinería ecológica: los aportes de materia orgánica ya trasformada en el compostero – si puede ser con pequeñas adiciones de estiércol – y los acolchados con materiales de desecho del propio jardín, que aparte de proporcionar protección a las plantas y conservar la humedad, protegen y fomentan el trabajo de las bacterias nitrificantes, lo que representa en la práctica un gran abonado (hasta 80 kg por hectárea).

Cuando los caducifolios pierden la hoja, indicando que han comenzado el periodo de descanso, es un momento adecuado para trasplantarlos, antes de que lleguen los fríos.

También es buen momento para recoger las semillas que vayan madurando. Se recomienda recoger sistemáticamente las flores marchitas para estimular nuevas floraciones en la planta.

Labores de Jardines septiembre

Sembrar

• en semillero protegido: Escholiza, Cyclamen, Lavatera trimestris.
• en plena tierra: Viola odorata, Adonis aestivalis, guisantes de olor y vivaces anuales que florecen a principios de primavera.
• anuales resistentes, entre ellas: Nigelia damascena, Alyssum, Caléndula, Clarkia elegans y Amapolas.

Plantar

• bulbos de floración primaveral: Narciso, Anemona, Ranúnculo, Tulipán, Jacinto, Azucena, Chionodoxa, Alium, Crocus, Freesia, Iris, Muscari, Ciclamen, Galanthus nivalis.
coníferas: plantar esquejes de coníferas al aire libre.

Podar

Buddleia, Callistemon y Hamamelis, que florecen sobre madera del año anterior. Y en la Abelia, podar los crecimientos excesivos.
• en los groselleros y los arándanos, cortar a ras del suelo y tercera parte de las tramas que han dado fruto ese año.
• pinzar los crisantemos para hacerlos más manejables.

Previsión

• recoger hojas, plantas muertas, para hacer restos de poda para compostar y acolchar.
• fumigar con leche al 10% para prevenir enfermedades por hongos.

Propagación

• hacer esquejes de Rosales.
• desarraigar y guardar los bulbillos de gladiolo.
• recoger esquejes de extremo de tallo de salvia, verbena, calceolaria.
• conseguir acodos por amontonamiento en herbáceas o arbustivas.
• dividir matas de vivaces donde estén espesas.
• sacar los bulbos y tubérculos de las plantas que acabaron su ciclo anual, seleccionar y guardar las mejores para el año siguiente.
• recoger semillas y clasificarlas una vez secas.

Labores del jardín en octubre

Sembrar

• en semillero protegido: Silene, Bellis perennis.
• al aire libre: Aconito, Aubretia, Nemophila, Nomeolvides, Polyanthus, Pensamiento, Alhelí, Caléndula y Godelia.

Plantar

• setos enraizados en pequeñas macetas, con buen abonado de fondo y pinzar a 15 cm del suelo para estimular una fuerte brotación.
• trasplantar arbustos establecidos.
• frambuesas, kerrias, arbustos, coníferas y árboles de raíz desnuda y de cepellón.

Propagación

• tomar esquejes de leña dura de Viburnum, Philadelphus, saúco.
• recoger esquejes de raíz de Acanthus, Gallardia, Phlox.
• obtener plantulas nuevas por división en vivaces y arbustivas.


Poda

• a ras de suelo de kerria, lantana camara, santolina, Mahonia.
• arbustos que florecen con madera del año.
• recortar aquellos árboles que por su desarrollo de su naturaleza pueden ser dañados por el viento.
• es el mejor tiempo para la poda de ases, abedules y nogales, pues estos árboles, al ser podados, exudan un denso flujo de savia. En los cortes que se hacen a finales de invierno o principios de primavera, este flujo es difícil de parar hasta que salga la hoja, por lo que pueden debilitarse. En el caso de los haces, además tardan mucho en cicatrizar y son muy muy venerables al combo coralino (para evitarlo, podemos elegir días de cuarto menguante en fase de luna descendente).

Previsión

• arrancar y como apostar adventicios allí donde compitan excesivamente por los nutrientes o por la luz con las ornamentales. Acolchar mejor entre arbustos y zonas desprotegidas.

Labores del jardín en noviembre

Sembrar

• al aire libre: Alstroemería, Adonis, Viola odorata.
• en semillero protegido: Prímula, Silene.

Plantar

• plantar, aportando compost bien hecho, bulbosas de floración primaveral: Narciso, Anémona, Tulipán, Jacinto, Chionodoxa, Allium, Crocus, Fresia, Iris, Muscari, Cyclamen, Colchicum, Azucena, Gipsophila. Combinarlas con vistosas tapizantes perennes.
• plantar Rosales y patrones para injertar árboles y arbustos cultivados en contenedores.
• perennes resistentes: Phormium, Euphorbia, Plomis, Sedum - de raíz desnuda y en contenedores.
• trasplantar árboles y plantas establecidas.

Poda

• en los árboles o arbustos descuidados, viejos o con problemas, hacer una semipoda de las ramas entrecruzadas, abonando con compost y cavando y acolchando sus alrededores. El fin de la poda se dejara para finales de invierno o primavera.
• recortar y limpiar de follaje muerto en las perennes herbáceas.

Propagación

• acodar kalmia y Gaultheria.


Previsión


• no tocar las plantas cuando estén mojadas, pues se hacen pequeñas heridas por las que pueden recibir ataques de los hongos.
• en puertas del invierno, nunca use abonos muy nitrogenados como los purines o el guano, pues la planta llega a los fríos con brotes muy tiernos, con mucha agua y muy sensibles.
• en tierras calcáreas, fácilmente puede haber déficit de fósforo. En tal caso, se puede abonar con compost enriquecido con capas de fosfato naturales.
• acolche con una capa gruesa de paja u hojarasca el pie de trepadoras o arbustos sensibles al frío.


Fuente: Agenda del huerto y el jardín ecológicos
Mariano Bueno y Jesús Arnau

Editorial: Integral