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jueves, 11 de agosto de 2011

El cuidado de arbustos y plantas trepadoras

ARTE Y JARDINERÍA Diseño de Jardines

Como cuidar los arbustos y las plantas trepadoras para que tengan una mejor salud



Si se espera que los arbustos y plantas trepadoras ofrezcan ornamentalmente lo mejor de sí,  es esencial proporcionarles las condiciones de cultivo más adecuadas para cubrir sus necesidades. Sólo pocos jardines poseen el sustrato ideal, fértil, que conserva la humedad y un buen drenaje. No obstante, las propiedades de drenaje, aireación y retención de humedad de la mayoría de suelos pueden mejorarse con la adición de materia orgánica totalmente descompuesta. Los suelos muy húmedos se corrigen mediante la instalación de sistemas de drenaje, y la acidez o alcalinidad se modifica en cierto grado añadiendo cal a los primeros y materia orgánica descompuesta a los segundos. Esta modificación se ha de considerar a corto plazo, ya que la naturaleza del suelo depende básicamente del tipo de roca del que proviene. Sin embargo, los suelos de jardín tienden a ser húmedos o secos, pesados o ligeros, ácidos o alcalinos. Afortunadamente, una amplia gama de arbustos y trepadoras pueden cultivarse en la mayoría de ellos, incluso allí donde los suelos distan de ser ideales. Gran parte de arbustos toleran un espectro amplio de pH y de suelos, mientras que las trepadoras, normalmente más vigorosas y por ello más exigentes en cuanto a nutrientes, se benefician de la adición de un abono.

Cuando escoja arbustos y trepadoras, considere la precipitación anual, la temperatura y los niveles de humedad que prevalecen en el lugar. Controle los factores locales, como las bolsas de aire frío y las zonas resguardadas del viento, sobre todo en jardines litorales; asegúrese de que la luminosidad sea apropiada. Utilice soporten que se adapten al tamaño definitivo, vigor y mecanismo trepador.

Preparación del suelo y plantación

Los arbustos y trepadoras en venta deben estar correctamente etiquetados, sanos, sin daños, plagas ni enfermedades. Cuando los compre, inspecciónelos detenidamente y asegúrese de que los arbustos tienen las ramas proporcionalmente distribuidas a nivel de la tierra. Los estándares deben ramificarse a partir de un tronco único a la altura necesaria. Las trepadoras han de presentar una estructura de brotes vigorosos correctamente equilibrada, con yemas sanas y vivas. Rechace los de brotes débiles, o que presenten signos de plaga o enfermedad.

Selección de plantas

Los arbustos y las trepadoras normalmente se venden como plantas cultivadas en maceta. No obstante, los arbustos pueden haber crecido en un campo y haber sido puestos en un recipiente durante la temporada anterior a la venta. Si es posible, compruebe que el sistema radical está convenientemente desarrollado, con los extremos de las raíces blancos y sanos. No compre plantas con las raíces demasiado desarrolladas para la maceta, enrolladas y compactadas dentro de ésta o saliendo por debajo de ella.

Las plantas de hoja caduca a veces se venden con las raíces al descubierto durante el período de reposo. Controle que tengan un sistema radical proporcionalmente desarrollado, fibroso, sin señales de haberse secado. Los arbustos de hoja perenne y las coníferas también se ofrecen con las raíces embaladas, con el sistema radical y el suelo colindante envuelto en una malla o arpillera. Observe que el pan de tierra sea firmey que el envoltorio esté intacto.

Cuándo plantar

El período de reposo es el momento de plantar arbustos con las raíces al descubierto y con raíces embaladas. Desde finales de otoño hasta principios de invierno el suelo todavía es lo suficientemente cálido para permitir que se desarrollen las raíces y que el arbusto empiece a crecer vigorosamente.

En el invierno, siembre sólo en épocas templadas; las raíces no se forman bien en suelos muy fríos y pueden congelarse o enfermar más fácilmente. En teoría, los arbustos en maceta se plantan en cualquier época del año, si bien el otoño es preferible si las plantas son resistentes. Los arbustos sembrados durante la primavera requieren más cuidados posteriores, especialmente con el riego, ya que pueden morir o crecer mal si se secan. Las trepadoras cultivadas en recipiente se pueden plantar durante todo el año siempre que el suelo no éste helado, seco o empapado. Las de hoja perenne y herbáceas se establecen mejor si se plantan en primavera, cuando el suelo se calienta, aunque también en otoño, en lugares templados y resguardados. Los arbustos y trepadoras que no son totalmente resistentes deben sembrarse en primavera.

Preparación del suelo

Las mejores estaciones para la preparación del suelo son finales de verano y otoño. Debe cultivarse el terreno en toda la superficie que sea practicable. Para hacerlo, elimine todas las malas hierbas, sobre todo las perennes, remueva dos veces la zona donde vaya a plantar y añada materia orgánica descompuesta en la menos profunda. Alternativamente, mezcle grandes cantidades en los primeros 30 – 45 cm. de suelo. Para las trepadoras, introduzca mediante rastrillado un abono granulado equilibrado de acción lenta, a razón de 50 – 85 g por metro cuadrado.

Cómo plantar

Cuando plante arbustos cultivados en maceta o con las raíces embaladas, haga un agujero de dos veces el ancho en suelos arcillosos. Los arbustos con las raíces al descubierto necesitan un agujero donde se puedan desplegar totalmente. La profundidad debe permitir que el nivel final del suelo sea el mismo que el nivel final del suelo sea el mismo que el de la maceta o el vivero, como refleja la marca de tierra en el tronco. Plante los arbustos de pared a aproximadamente 22 cm. De ésta, de manera que las raíces no estén en la zona resguardada de la lluvia, y apóyelos en dirección a la pared.

Para las trepadoras, el agujero de plantación ha de ser dos veces el diámetro de la maceta, pero si no es posible, por ejemplo cuando las plante debajo de una planta huésped, haga el agujero lo bastante grande para situar las raíces embaladas. En la mayoría de los casos, la parte superior de éstas debe estar a nivel con el suelo circundante. Plante las madreselvas de manera que el nivel final del suelo sea aproximadamente 5 – 6 cm. más profundo que el de la maceta. Las trepadoras injertadas también han de estar a esa profundidad para cubrir el punto de injerto de forma que éste pueda enraizar. Vuélvalo a llenar de tierra y apriétela suavemente. Inserte cañas en la base de la planta, procurando no dañar las raíces, y sujételas al soporte. Disponga los brotes principales en abanico y átelos con firmeza a las cañas y al soporte. Elimine cualquier brote muerto o dañado. Las trepadoras con zarcillos se fijan rápidamente a sus soportes; al principio pueden necesitar una guía.

Riegue a conciencia todos los arbustos y trepadoras recién plantados y aplíqueles una capa de 5 – 7 cm. de acolchado.

Cuidado rutinario

Los arbustos y trepadoras jóvenes requieren cuidados rutinarios regulares para que se aclimaten en la primera temporada de crecimiento. Además de atender a sus necesidades nutritivas y de riego, debe controlarlas regularmente para ver si presentan signos de plagas o enfermedades, y tratarlas de ser necesario. Estos cuidados iniciales proporcionan excelentes resultados en estaciones posteriores, ya que las plantas producirán partes nuevas sanas y florecerán abundantemente.

Riego y acolchado

Se ha de poner especial atención al riego de las plantas hasta que éstas estén perfectamente establecidas. Vierta agua copiosamente en la base para asegurarse de que el suelo está empapado. No riegue superficialmente y a menudo, ya que esto fomenta que las raíces salgan al exterior, donde son más vulnerables a las fluctuaciones de temperatura y al secado. Los arbustos y trepadoras ya establecidos solamente necesitan riego en períodos de sequía prolongada. Sin embargo puede haber restricciones en algunas épocas, por lo que debe mantener el acolchado sobre la zona de las raíces para conservar la humedad del suelo durante períodos secos. Hacer un acolchado con materia orgánica gruesa descompuesta es ideal, debido a que también mejora el suelo. El acolchado no sólo mantiene la humedad del suelo, sino que reduce las temperaturas extremas y ayuda a suprimir las malas hierbas. Las astillas de corteza o madera son acolchados útiles y atractivos.

Desherbar

Las malas hierbas compiten con los arbustos y trepadoras por valiosos nutrientes del suelo, de manera que el área que rodea cualquier arbusto o trepadora recién plantado debe mantenerse sin malas hierbas hasta que estén completamente establecidos y hayan producido suficientes partes nuevas para suprimirlas por sí solos. Aplique aproximadamente de 5 – 10 cm. de acolchado evitando la zona inmediatamente alrededor del tronco. Para individuos plantados de nuevo, cubra un área de unos 45 cm. más ancha en diámetro que el sistema radical. Para plantas ya establecidas, el acolchado ha de tener una extensión de 15 – 30 cm. más allá de las partes superiores.

Abono

La mayoría de arbustos se benefician de los abonos, en especial si se podan regularmente. Los abonos de acción lenta se aplican preferiblemente a principios de primavera, según las cantidades indicadas por el fabricante. El rápido impulso de crecimiento que dan los abonos de acción rápida es más efectivo si se suministran cuando se inicia el crecimiento, a finales de primavera. Los fertilizantes líquidos actúan incluso más rápido y es mejor utilizarlos cuando los arbustos están en pleno desarrollo. Las trepadoras tienen que abonarse anualmente para mantener el crecimiento vigoroso, sano, así que se les ha de aplicar una mezcla de abono equilibrado en primavera durante las dos primeras temporadas, y a partir de entonces puede usar un fertilizante de acción lenta en las cantidades recomendadas por el fabricante.

Despuntadura

Algunos arbustos y trepadoras se benefician de la despuntadura, por lo que la energía se invierte en un nuevo crecimiento en vez de en la producción de semillas. Cuando las flores palidezcan, píncelas con el índice y el pulgar, procurando no dañar ninguna yema de crecimiento nueva. Algunas trepadoras, incluyendo muchas madreselvas, producen frutos o cabezuelas ornamentales, por tanto sólo un cuarto a un tercio de las flores muertas deben eliminarse. Ello será suficiente para inducir una segunda floración sin comprometer el lucimiento posterior de frutos o cabezuelas de frutos.

Eliminación de serpollos

Algunos arbustos injertados producen serpollos por debajo del punto de injerto en troncos o raíces, que, si se desarrollan, deterioran o compiten con las partes superiores. Elimine las yemas frotando antes de que emerjan los brotes. Si éstos han crecido, córtelos lo más cerca posible de su punto de origen.


Eliminar brotes revertidos

Muchas plantas de hojas variegadas se producen mediante mutaciones de formas de hojas verdes y ocasionalmente revierten al tipo parental de hojas verdes. Los brotes revertidos casi siempre son más vigorosos y, si se dejan, crecen más que sus homólogos variegados. Para controlarlos, córtelos hasta el tronco principal en cuanto aparezcan.








Fuente: Arbustos y trepadoras
Editorial: Blume

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