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miércoles, 11 de enero de 2012

EL CUIDADO DEL CÉSPED. Labores de mantenimiento

ARTE Y JARDINERÍA Diseño de Jardines

Labores de mantenimiento del césped



EL CUIDADO DEL CÉSPED. Para conservar el césped espeso, verde y mullido hay que regarlo y nutrirlo, limpiarlo de restos muertos y airear el suelo tras el desgaste del verano. Sin embargo, lo más importante es segarlo regularmente.

Segar el césped

Cortar el césped regularmente favorece un crecimiento denso. Lo mejor es segar poco y a menudo, sin cortar más de un tercio de la hoja de la hierba. Si se deja que crezca alta y luego se le da un buen corte, se deteriorará la calidad del césped.

La hierba crece más deprisa en un clima cálido y húmedo, necesitando ser segada dos o tres veces por semana. Para un césped de uso general, suele bastar con una vez por semana. La hierba tosca no tolera que se corte mucho. Si el clima es seco y caluroso, hay que segar con menor frecuencia y dejar que la hierba crezca más de lo habitual para que conserve la humedad. Los recortes se mezclan con el compost, salvo las dos o tres primeras veces que se siega después de haber aplicado un herbicida.

Después de cada uso hay que limpiar el cortacésped, retirando cualquier resto de hierba y limpiando la cuchilla con un paño humedecido en aceite. Hay que engrasar los engranajes regularmente y mantener la cuchilla afilada para que no desgarre la hierba. Las cuchillas de un cortacésped rotatorio son fáciles de demostrar y afilar con una amoladora de aceite, un afilador de diamante o una lima.

Hay artilugios para afilar las cuchillas de un cortacésped de cilindros pero su eficacia es irregular. Las cuchillas deben ser rectificadas por un profesional, aunque las de algunos modelos se sustituyen con facilidad cuando se desgastan o estropean.


¿Qué segadora?

Hay que elegir el cortacésped adecuado para el tipo y tamaño del césped. Algunos llevan una caja para los recortes y también los hay de acolchado o reciclado, que trituran los recortes antes de devolverlos al suelo, donde se descomponen con rapidez. Lo ideal es un cortacésped grande con gran capacidad pero siempre que se vaya a poder manejar: si hay que cargarlo por escaleras habrá que elegir un modelo más pequeño.

Los cortacéspedes eléctricos son ligeros y útiles para céspedes cercanos a la casa o a algún enchufe. Siempre hay que utilizar un cortacorrientes, sujetar el cable por encima del hombro y nunca segar la hierba mojada. Las segadoras de gasolina son más pesadas pero no llevan cables, siendo de más utilidad para una mayor extensión de césped. Los modelos rotatorios de gasolina pueden cortar la hierba húmeda.

Cortacésped rotatorio


Es ideal para un césped de uso general y para la hierba alta. Algunos incluyen un dispositivo de acolchado o un rodillo para hacer franjas. El de suspensión es un cortacésped eléctrico rotatorio que se asienta sobre un colchón de aire.

Cortacésped de cilindros


Este es el que hay que utilizar para un césped fino y rayado. Para un mejor resultado en un césped con de textura fina, hay que tener un modelo de 6 cuchillas o más. Las segadoras de mano suelen tener 4 cuchillas: ideales para un césped pequeño, al ser más pequeñas y ligeras que las mecánicas. Funcionarán mejor si son revisados regularmente.

Las recortadoras


Son útiles para la hierba alta y junto a una pared. En algunos modelos, la cabeza gira para recortar los bordes verticalmente. No deben usarse cerca de un árbol porque el cable dañaría la corteza.

Recortar los bordes

Un borde aseado mejora el aspecto de cualquier césped. El césped puede cortarse en recto donde se junte con el suelo de un arriate o borde o hacer tope contra una superficie dura. En el último caso, es mucho más fácil de segar si la superficie está al nivel del suelo, de modo que el cortacésped se mueva suavemente por el borde.

Si el césped posee un bordillo duro, hay que asear la hierba del borde de vez en cuando con una cizalla o una recortadora. Si no hay bordillo duro, habrá que recortar los extremos del césped con bastante frecuencia. Para un césped más extenso, existen herramientas de orilla mecánicas.

Regar el césped

La hierba pierde su elasticidad y se decolora si le falta agua. Hay que regar en cuanto que la hierba no vuelve a levantarse tras ser pisada. El césped de uso general es distinto: la hierba se volverá marrón y entrará en estado de latencia pero, en cuanto llueva, se recuperará y reverdecerá. Siempre que sea posible, lo más sencillo y ahorrativo es esperar a que llueva. Hay que evitar regar poco y a menudo: es mejor empapar el césped semanalmente o con un intervalo mayor.

Los aspersores son el método habitual para regar el césped pero derrochan mucha agua. Para maximizar su eficacia y reducir la evaporación, hay que ponerlos en marcha con el frescor del atardecer o el de la mañana temprano o durante la noche.

También, se puede utilizar una manguera de exudación o una de goteo, pero hay que cambiarlas de posición unos 20 cm cada media hora. Para un césped de gran calidad, se pueden instalar aspersores que saltan o un sistema de regadío robotizado.

Cómo reparar un borde roto

Si no se reparan, los bordes dañados seguirán deteriorándose y, como cualquier calva, serán una invitación para las malas hierbas. Volver a sembrar un brote dañado casi nunca surte efecto pero se puede intentar afrontar el problema.


1.    Compruebe el césped regularmente. Los bordes dañados son antiestéticos y una oportunidad para las malas hierbas.
2.    Recorte un rectángulo de césped en la zona dañada. Grande, para que no se desmorone al levantarlo.
3.    Rebaje el rectángulo con una pala. Intente cortar el césped de un grosor lo más uniforme posible, con unos 2,5 cm de tierra.
4.    Pinche ligeramente la tierra expuesta con una horca para romper la superficie y estimular el desarrollo de las raíces.
5.    Vuelva a colocar el trozo de césped, de modo que el extremo roto mire hacia dentro y el extremo cortado se alinee con el borde del césped. Compruebe que encaje y que se encuentre al mismo nivel y haga cualquier ajuste necesario.
6.    Rellene los huecos con un abono de superficie e insista bien en las juntas para que encajen. Si el hueco es grande, se puede volver a sembrar, con una simiente de hierba adecuada. Después se riega y se vigila la zona reparada eliminando las malas hierbas y regando cuando sea necesario.

Alimentar el césped

Un césped hambriento tendrá un color verde amarillento pálido. Para evitarlo, hay que nutrirlo al menos una vez al año con el fertilizante más adecuado para la época. Hay que comprobar que el producto sea el indicado y siempre hay que seguir las instrucciones del fabricante.
·       Los fertilizantes de primavera y de verano son ricos en nitrógeno, para estimular un rápido crecimiento y un buen color.
·       Los fertilizantes de otoño son ricos en potasio, para fortalecer la hierba de cara al invierno.

Los fertilizantes para césped están disponibles en forma líquida y granular. La líquida se aplica con el riego. Actúa con rapidez y es la más adecuada para un césped pequeño. La granular tiene un efecto más duradero pero necesita que se riegue el césped si no llueve en dos o tres días. Hay que esparcirlo uniformemente, por lo que merece la pena invertir en un esparcidor con ruedas si la zona es extensa.


Rejuvenecimiento otoñal

Si el césped está duro, se ha compactado. El uso habitual comprime las bolsas de aire en el suelo y habrá que airearlo cada dos o tres años, cuando el suelo esté húmedo, para que las raíces vuelvan a respirar. Lo mejor es pinchar profundamente con la horca, sobre todo en los suelos pesados; para un aparato mecánico. Si el jardín es pequeño o el suelo es ligero, servirá una horca de mano. Un rodillo con dientes facilitará el trabajo pero la penetración no será tan profunda. Después de airear, hay que añadir un abono de superficie grueso para mejorar el drenaje y añadir nutrientes.


Fuente: La jardinería Paso a Paso
The Royal Horticultural Society

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