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martes, 28 de junio de 2011

Flores silvestres. Un espectáculo de color en la Naturaleza

ARTE Y JARDINERÍA Diseño de Jardines

Flores silvestres, descripción Botánica





Las plantas de flor que vemos en nuestros jardines y en la naturaleza pertenecen al grupo más evolucionado, las angiospermas. Este grupo tiene representantes en todo tipo de hábitat – desde la alta montaña hasta la costa. Se conocen 250000 especies de las cuales varias viven en el agua, pero sólo unas pocas han llegado a colonizar el mar. Las plantas con flor varían desde las diminutas y flotantes lentejas de agua, no mayores que una cabeza de alfiler, hasta enormes árboles que coronan los 100 metros de altura.

Plantas herbáceas de campo

Flores

La flor es la parte reproductora de la planta, y es donde se forman las semillas. Una flor típica, consta de varios sépalos verdosos en el exterior, diverso número de pétalos coloreados, algunos o muchos estambres, productores de polen, y uno o más carpelos que evolucionan formando los frutos y contienen las semillas. El extremo superior del carpelo se denomina estigma. Los sépalos en su conjunto constituyen el cáliz, y los pétalos forman la corola: la totalidad de estos elementos se conoce como perianto.

La disposición y el número de las diferentes partes de la flor son la gran importancia para la clasificación e identificación. Para clasificar una flor se empezará por contar los sépalos y pétalos, observando si están soldados formando tubos o campanas o si están sueltos. Además se deberá averiguar si los carpelos – conocidos en su conjunto como gineceo u ovario – están por encima o por debajo de la implantación de los pétalos.

Inflorescencias

Las flores pueden estar aisladas en sus tallos, como los tulipanes y las anémonas, pero es mucho más frecuente verlas reunidas en grupos llamados inflorescencias. En las cimas, el punto principal de crecimiento termina en una flor y el desarrollo continúa por una o más ramas laterales, terminando todas ellas en flores: la flor más vieja queda en el centro de la inflorescencia. En los otros tipos de inflorescencia, el eje principal continúa creciendo hasta que la cabeza floral está completa; las flores más viejas son las más bajas o las más externas. La inflorescencia más corriente de este tipo es el racimo; las flores aparecen espaciadas a ambos lados del tallo principal, como en la dedalera.

 Una espiga es un racimo en el cual las flores individuales no tienen tallo; una panícula es un racimo ramificado. Un corimbo es una clase de racimo en el cual los tallos de las flores más bajas son más largos que los de las superiores, quedando así todas las flores aproximadamente al mismo nivel, como en la milenrama. Una umbela sólo es similar en apariencia a un corimbo, ya que en la umbela todos los tallos florales nacen del mismo punto del tallo. Este tipo de inflorescencia es característico de la familia de la zanahoria. Las margaritas y demás miembros de la familia de las Compuestas forman masas de diminutas florecitas llamadas flósculos, apretadas estrechamente en el capítulo floral.

Semillas y frutos

Las semillas no pueden desarrollarse hasta que el polen adecuado llega al estigma, en el extremo de los carpelos. Este proceso de la polinización puede llevarse a cabo por el viento o por los insectos. Los pétalos de colores brillantes atraen a los insectos, mientras que las flores con polinización aérea normalmente presentan pétalos pequeños y de colores apagados, o incluso carecen de ellos. En algunas plantas no hay carpelos o estambres, dando lugar a flores masculinas o femeninas respectivamente. Las flores masculinas, por supuesto, no pueden formar semillas.

Después de la polinización, unas células del polen se fusionan con otras de los carpelos para dar lugar a la semilla; los carpelos entonces evolucionan formando los frutos. El nombre Angiosperma significa “semilla cubierta”, refiriéndose al hecho de que las semillas están encerradas en los frutos. Existen frutos de muchas clases: algunos son bastante secos cuando están maduros mientras que otros son jugosos. Muchos de los frutos secos se abren para liberar sus semillas cuando están maduros. Entre los frutos secos, el folículo es un fruto alargado y estrecho que se abre por un lado, mientras que la legumbre – característica de la familia del guisante – se abre por ambos lados. Las cápsulas varían en la forma y se abren de diferentes modos. Un aquenio es un fruto seco o coriáceo, pequeño y con una sola semilla. No abre espontáneamente, sino que la semilla al germinar tiene que romperlo. Las bayas son frutos carnosos con varias semillas; las aves, al ingerir los frutos, diseminan las semillas.

Hojas

La forma de las hojas puede ser importante para la identificación. El margen de la hoja puede ser liso, en cuyo caso se denomina entero, pero es más frecuente que sea dentado o lobulado. Las hojas compuestas están divididas en varias “hojitas” llamadas folíolos. Las brácteas son hojas pequeñas situadas en la base de los tallos florales. Las estípulas nacen en la base de las hojas. El pedúnculo o tallo de la hoja se llama pecíolo.

Las plantas de flor comprenden dos grandes divisiones: las Dicotiledóneas, con las hojas relativamente anchas, y las Monocotiledóneas, con las hojas lineares. La diferencia principal entre ambos grupos radica en sus semillas: las semillas de las dicotiledóneas contienen en su interior dos hojas, mientras que las semillas de las monocotiledóneas sólo tienen una. Cada grupo se subdivide a su vez en numerosas familias; las divisiones se basan principalmente en la estructura de la flor. Las hojas y los tallos varían mucho según las condiciones en que las plantas se desarrollan, por lo cual no siempre son fiables para la clasificación.


Fuente: Guía de Campo de las Plantas Silvestres
Michael Chinery
Editorial Blume

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