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jueves, 5 de septiembre de 2013

Medidas preventivas en Agricultura

ARTE Y JARDINERÍA DISEÑO DE JARDINES


ENEMIGOS QUE DEBEN COMBATIRSE EN AGRICULTURA



En Agricultura, si actúa con prudencia, respetando la rotación de sus hortalizas, gestionando bien los riegos, etc., su huerto no debería de sufrir infestaciones importantes.


Medidas preventivas

Adquiera la costumbre de inspeccionar cada día su huerto, aunque sólo sea en una visita rápida, para poder descubrir la eventual aparición de un inicio de infestación parasitaria. Con ello podrá intervenir, si es necesario, de un modo preventivo. En esta fase inicial, la eliminación de algunas hojas afectadas por la presencia de mohos puede ayudar a detener la infestación. Si esta medida no bastara, podrá realizar un tratamiento químico preventivo. Estos tratamientos son especialmente aconsejables para proteger los puerros contra el ataque de una pequeña mariposa, la polilla del puerro. Asimismo, tan pronto como aparezcan los primeros síntomas, no se olvide de tratar sus tomateras y sus patateras contra enfermedades como el mildiu, sobre todo con tiempo húmedo y caluroso.

Respetar los animales útiles

No espante ni expulse las especies animales que pueden ayudarle a proteger sus cultivos. Éste es el caso de las abejas, las mariquitas, los escarabajos
dorados y otros carábidos, las ranas y los sapos, que consumen grandes cantidades de babosas, y los erizos y la mayoría de los pájaros, que son grandes devoradores de larvas.

La lucha contra las babosas

Al igual que los caracoles, estos moluscos constituyen una preocupación permanente para los jardineros y horticultores, ya que son capaces de transformar rápidamente toda una hilera de bonitas lechugas en un verdadero encaje poco apetitoso. Para controlarlas, disponga en el suelo, cerca de las hortalizas de hoja más frágiles, pequeños montones de granulados a base de metaldehído, un producto especializado para los caracoles y babosas. Ponga estos montones bajo una teja para que sus perros y gatos no los husmeen y corran el riesgo de envenenarse. Una solución más ecológica consiste en depositar al atardecer, en medio de los cultivos cuando el tiempo es húmedo, viejos sacos mojados que servirán de refugio a los moluscos y que podrá eliminar a la mañana siguiente.

La protección contra los pájaros golosos

Los pájaros son útiles para el huerto salvo en el momento en que empiezan a salir fresas. Protégelas, así como los parterres que alojen semillas frágiles, cubriéndolas con una red de fibras sintéticas que mantendrá en su sitio mediante cordeles o estacas.

Precauciones durante los tratamientos químicos

Si decide tratar químicamente algunas de sus hortalizas o si realiza un
desherbado químico, tome las precauciones necesarias. Siga con atención las instrucciones indicadas en el embalaje del producto elegido y verifique, en particular, durante cuánto tiempo éste continuará siendo activo en el suelo, más aún si se plantea sembrar otras hortalizas. Aplique el producto cuando no haga viento para que no vaya a parar a las plantas vecinas. No incremente las dosis de empleo prescritas con la esperanza de aumentar así las probabilidades de éxito de su intervención. Tenga en cuenta que en los terrenos en pendiente, los productos químicos tienden a ser arrastrados hacia abajo por el agua de lluvia durante los chaparrones intensos. No fume ni coma mientras aplique los productos, y no se frote los ojos.

Para el equilibrio de su huerto sería muy perjudicial que se contentara con cultivar apenas 2 o 3 hortalizas, ya que entonces correría el riesgo de empobrecer el suelo y de que se desarrollasen enfermedades difíciles de detener. Un huerto digno de este nombre deberá acoger un buen número de especies vegetales. En ciertos casos, sin embargo, el tipo de suelo o el clima de la zona donde lo cultiva le obligarán a limitar el número de especies a elegir. 

La esparraguera, por ejemplo, sólo puede crecer en suelos arenosos, y a la berenjena, por su parte, le será difícil crecer en el norte y noroeste de España… Además de optar por una cuantas especies clásicas como la patata, la zanahoria y la judía verde, podrá recurrir a hortalizas menos corrientes o que no suelen cultivarse desde antiguo como el ñame de China, la alcachofera china o el alquequenje peruano, y disfrutar con ello al tiempo que diversifica su huerto.




Fuente: El Horticultor de la A a la Z
Michel Caron

Ediciones Omega



lunes, 2 de septiembre de 2013

Decisiones a tomar en Diseño de Jardines

ARTE Y JARDINERÍA DISEÑO DE JARDINES

Diferentes aspectos a considerar en Diseño de Jardines


LA VIDA ES MUY BREVE




Hora de reconsiderar

Los entusiastas de la jardinería saben que la paciencia es una parte importante de esta práctica: hay que esperar todo lo que sea necesario para obtener resultados. La verdad es que la mayoría de nosotros – especialmente si vivimos en la ciudad – cambiamos de domicilio con frecuencia y muchos no podemos – ni queremos – esperar una eternidad para tener un buen jardín. Puede que hayamos heredado un jardín que no nos guste, o quizá llegue a satisfacernos en parte, pero no lo suficiente como para querer conservarlo para siempre. Entonces, ¿por qué esperar? ¡La vida es muy breve!

El modo en que miramos nuestros jardines y los utilizamos ha cambiado mucho en los últimos años. Aunque un diseño vegetal bien planificado hará de un buen jardín un lugar estupendo, el jardín urbano de hoy en día se basa en muchos otros elementos además de las plantas. Tanto si se acaba de mudar a una nueva propiedad como si ha estado mirando el mismo aburrido jardín durante demasiado tiempo, llega el momento en el que hay que ser implacable. Hay muchos factores que considerar: algunos emocionales, otros prácticos y muchos económicos. Créanme: hay que ser exigente si se quieren lograr buenos resultados. No deje que sus emociones se interpongan y comience a planear, por ejemplo, todo su jardín alrededor de un rosal demasiado crecido que haya heredado junto con la casa de una ancianita.

Tiene que centrarse y aclararse sobre lo que quiere realmente, y sobre lo que, siendo realista, podrá lograr, en función del espacio y el tiempo de que
dispone, así como del presupuesto que puede permitirse. Los puntos clave que hay que valorar son los principales aspectos positivos que tenga el jardín – junto con los negativos – y lo que pueda hacerse con ellos. Hay que considerar si cada elemento añade algún valor a su jardín y si es posible incorporarlo al plan principal.

No hay modos fijos de abordar una reforma. Pero si está pensando en un diseño completamente nuevo, en cambiar un área determinada o, simplemente, remodelar el césped, merece la pena, como en la mayoría de las cosas, investigar con antelación tanto como le sea posible para hallar un modo de actuar con el que vaya a estar cómodo. También tendrá que decidir si lo va a hacer todo usted mismo o lo va a encargar – o una combinación de las dos cosas: quizá solicitando ayuda para el diseño y los elementos constructivos que no sean vegetales, pero plantando usted.

Diseñar y crear su propio jardín es una experiencia extremadamente satisfactoria, pero debe ser consciente de sus capacidades. A largo plazo, emplear un diseñador profesional y/o a alguien que le ayude en la construcción podría ser una decisión inmejorable que le haría ahorrar mucho dinero y quebradero de cabeza. Y, a menos que ésta no sea una preocupación, tener el presupuesto muy controlado es fundamental para llevar a cabo el proyecto y verlo terminado.

Evaluación de los pros y los contras

Tras muchos años de experiencia, puedo entrar en un jardín e inmediatamente valorar sus pros y sus contras, determinar lo que merece la pena conservar en
situ, lo que debe moverse y lo que hay que eliminar de inmediato. La experiencia procede de ver cientos de jardines y de proporcionar soluciones de diseño únicas, adaptadas a un presupuesto. Si es posible, intente mirar su jardín desde esta perspectiva profesional exenta de emoción.

La mayor parte de los jardines urbanos son pequeños y, por ello, es bastante fácil observar todos los puntos clave del terreno, en lo que se refiere a su tamaño, forma, aspecto, limites, pendientes y condiciones del suelo. Todo ello constituye el marco vital de su jardín y debe tenerse en cuenta, tanto si se va a cambiar como si no. Al empezar, no considere los demás elementos, pues los de menor entidad – como las plantas, el pavimento, los arbustos, los tendederos que pueda haber o el césped – pueden desplazarse o eliminarse por completo si no añaden nada al jardín.

Tamaño y forma

Fíjese en el tamaño y la forma globales del jardín. ¿Es largo y estrecho? ¿Es un rectángulo normal? ¿O se trata de una forma más irregular, como un triángulo o un rombo, sin que ninguno de sus lados forme un ángulo recto con otro? Los jardines de forma irregular se consideran a menudo problemáticos, pero a mí me gusta el modo en que ya tienen su propia identidad, confiriendo al jardín un carácter único. Es buena idea dibujar un plano del jardín: así podrá ver la interacción de los límites o de los ángulos irregulares y hacerse con más facilidad una idea del espacio.

Camine alrededor del jardín para examinar cada centímetro cuadrado y mire en todas direcciones – también hacia arriba y hacia abajo – mientras se mueve para cerciorarse de lo que se ve desde cada punto. Súbase a los muros, mire qué hay tras las vallas, agáchese como si estuviera sentado. Parecerá un poco
chiflado, pero ¡sacará mucho partido de ello! No espere dar con un diseño en el acto. Este ejercicio le ayudará a ver su jardín con nuevos ojos y le dará pistas sobre los lugares en los que tiene menos privacidad, los que dan sensación de restricción o claustrofobia o saber cómo puede utilizar mejor las zonas niveladas del jardín para ahorrarse el movimiento de tierras.

El aspecto del jardín

El aspecto del jardín tiene que ver con la orientación: si da al norte, sur, este u oeste. Esto, combinado con el efecto de los árboles, los arbustos o las estructuras que le dan sombra, definirá la cantidad de luz del sol que recibe cada zona a lo largo del año. Si ha vivido en la misma casa varios años, tendrá la ventaja de estar familiarizado con el movimiento del sol: lo alto que está en verano y lo bajo que llega en invierno. Sígale la pista durante unos días y tome de las áreas soleadas y en sombra en los distintos momentos del día.

Pendientes y desniveles

Merece la pena medir la pendiente global del jardín. Clave dos estacas en el suelo y ate una cuerda de una a otra dejándola tirante. Utilice un nivel de burbuja para asegurar una medición precisa. Mida desde la cuerda de cada estaca hasta el punto más bajo.

Compare las dos mediciones para hallar la diferencia de altura. Esto le dará una idea de cuántos peldaños o cambios de nivel necesitará si quiere que todo el jardín sea accesible.

Tierra

Cave unos hoyos de prueba alrededor del jardín para hacerse una idea de dónde están las zonas de tierra buena y las de tierra más pobre. Deje los hoyos hasta que llueva con fuerza lo vierta en ellos uno o dos cubos de agua para ver si la tierra absorbe el agua y con qué rapidez lo hace.

Analice el terreno

Mida el terreno y analícelo. Anote las zonas donde el suelo es más pobre, las áreas de sol y sombra, los lugares más retirados, aquellos donde se sienta más expuesto a las miradas de los vecinos y cualquier zona que sea particularmente difícil de mantener, como tramos en pendiente que podrían derrumbarse sobre áreas pavimentadas. Algunas decisiones clave, como dónde colocar la zona para sentarse, dónde es mejor plantar hierbas, etc., pueden establecerse partiendo de este análisis y constituirán la base para la siguiente fase del diseño.



Fuente: Manual de Jardinería Urbana
Joe Swift

Editorial Blume