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viernes, 7 de octubre de 2011

Las plantas y el clima

ARTE Y JARDINERÍA Diseño de Jardines

Diferentes tipos de clima y como afectan a las plantas



El clima trata de la cantidad de lluvia, sol y viento que vamos a tener y de cuándo lo vamos a tener. Conseguir que las plantas crezcan en el jardín será más sencillo si conocemos estos detalles de su clima de origen.

Por ejemplo, en los climas continentales, los inviernos tienden a ser secos y a menudo muy fríos. Una planta adaptable de una de estas regiones sobreviviría sin problemas a los inviernos más suaves de un clima marítimo, templado por los océanos que le rodean. Pero los inviernos de las zonas marítimas suelen ser húmedos. Las plantas continentales que “cierran” en invierno y se retiran bajo tierra en forma de bulbos y tubérculos para sobrevivir al frío seco y pronunciado, pueden llegar a sucumbir a la podredumbre que se produce en los suelos templados y húmedos. Por eso, algunas plantas, como Allium campanulatum, no son plenamente resistentes en climas más suaves.

La primavera es otro momento crítico. En los climas continentales, llega de golpe y no dura mucho pero en los climas marítimos puede ser una estación inestable con episodios de calor salpicados de heladas, vientos fríos y sequía.

El mapa del clima mundial

El mundo se divide en regiones climáticamente similares en cuanto al frío, la lluvia y las estaciones del año. A pesar de encontrarse muy alejadas, las plantas indígenas se han adaptado de manera similar.

Marítimo

El océano se calienta y enfría más lentamente que la tierra. Muchos de nuestros árboles y arbustos de jardín en Europa son originarios de estos climas, mientras que en Nueva Zelanda se producen los formios y los pitisporum y los cardos que encontramos por todo el mundo. Estas plantas pueden llegar a sobrevivir en zonas con inviernos muy fríos y secos o veranos de mucho calor. A menudo, sobreviven con facilidad, aguantando una cierta cantidad de sequía, una vez arraigan, y conservándose en invierno.

Tropical

Las plantas de climas cálidos nunca sufren heladas, no sobreviven al frío y se han adaptado a un período de crecimiento largo. Muchas plantas tropicales se utilizan como arriates en verano y se renuevan anualmente, o se adquieren como plantas de interior capaces de pasar el verano en el exterior. Debemos prepararlas para un período de latencia en invierno, cortándolas, como las fucsias y pelargonios, o dejando secar los tubérculos, como las dalias o el cañacoro.

Mediterráneo

El clima mediterráneo tiene inviernos suaves y moderadamente húmedos y veranos secos y muy calurosos. Se produce alrededor del mar Mediterráneo y en zonas de los Estados Unidos, Sudáfrica y Australia. Es el lugar de origen de muchas coníferas y plantas que toleran la sombra seca de estos árboles, como los eléboros y bulbos o como el ciclamen y los tulipanes.

Continental

Los veranos cálidos y los inviernos fríos son típicos de zonas de Norteamérica y Asia. Las plantas de estos lugares, como el membrillo de flor, las peonías y las equináceas, aguantan el frío pero no la falta de humedad en verano. Prosperan siempre que no se les encharque, aunque no en suelos secos y arenosos.

Desierto

El clima es seco con poca lluvia y, por lo general, con mucho calor. Aunque las temperaturas nocturnas pueden ser muy bajas, no se llega a producir un frío continuado. Los cactus y las plantas suculentas se han adaptado para resistir a la sequía pero son incapaces de sobrevivir a las heladas. En climas más fríos, la mayoría se cultiva como plantas de interior.

Frío y húmedo

Se da a menudo en zonas de baja montaña, como las faldas de montaña del Himalaya. Es el hogar de los rododendros, amantes de la sombra y la humedad, y que necesitan mucho agua en verano. Las condiciones en China occidental son menos suaves y húmedas y allí se origina una enorme variedad de plantas de jardín muy vigorosas, incluyendo rododendro, bambú y camelia, que necesitan un suelo húmedo y con buen drenaje.

Montaña y alpino

Las plantas alpinas tienden a abrazar el suelo y poseen raíces profundas para ayudarles a sobrevivir a los fuertes vientos y la intensa luz y, también, a los inviernos muy fríos. A altitudes más bajas pueden sucumbir a los inviernos húmedos o ser invadidas por las plantas más grandes. Necesitan un suelo pobre o un medio de enraizamiento siempre húmedo pero con buen drenaje.

Ártico

Las resistentes plantas de estas regiones frías pueden ser sorprendentemente vulnerables a los repentinos golpes de frío de los climas más suaves. Se debe a que se protegen del frío con unos mecanismos especiales. En los climas templados, no hará frío suficiente para que se inicie este proceso de protección.



Fuente: La jardinería paso a paso
Editorial: THE ROYAL HORTICULTURAL SOCIETY



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